Llegan con el fin de firmar una especie de asistencia/sobrevivencia, ya que esto les permitirá cobrar su bono del siguiente mes. De no hacerlo, deberán realizar algunos trámites adicionales. Las autoridades responsables han informado que también reciben algunas capacitaciones sobre medio ambiente, aunque se desconoce cuándo, dónde y cómo se supervisa el cumplimiento.
Cabe recordar que, durante el gobierno anterior, los exmilitares se unieron para exigir que se les pagara un bono por haber prestado el servicio militar durante el conflicto armado. En una primera oportunidad, pedían alrededor de ciento treinta mil quetzales por cada uno. Hubo manifestaciones y hasta problemas en el Congreso de la República. Al final, se les concedió un bono de alrededor de treinta y seis mil quetzales, con un bono mensual de mil quetzales, después de la firma que realizan cada mes.
«Cada mes somos convocados a venir a firmar, luego se nos deposita el dinero que tenemos acordado desde el gobierno anterior. Habíamos hecho un pedido, pero al final nos dieron este bono mensual de mil quetzales. Llegamos temprano; aquí vienen compañeros de todo el departamento. El trámite no es tardado, se hace rápido. Tengo la idea de que viene MIDES y el personal de medio ambiente», dijo una de las personas que llegan a firmar cada mes.
Desde muy temprano, llegan las personas a firmar, pero también llegan algunas ventas porque muchos de ellos llegan sin desayunar. Las calles alrededor también se ven llenas de personas, porque es grande el número de beneficiarios de este programa de apoyo para los exmilitares.